Qué es la web 2.0

El desarrollo de Internet se debe al trabajo de muchas personas cuyas ideas y esfuerzo han conseguido, que en estos momentos, podamos utilizar un sistema que nos ha permitido un cambio en la forma en que nos comunicamos a todos los niveles en nuestra sociedad.

La base del internet actual se creó en los años 60, si bien su origen data en 1957 en plena Guerra Fría, cuando la amenaza que suponía la URSS, por sus avances en nuevas tecnologías, motivó que EEUU desarrollara diferentes iniciativas, entre ellas el programa ARPANET, cuyo objetivo era estudiar la utilización compartida de usos informáticos. En la actualidad, el término 2.0 establece una distinción entre la primera época de la Web (donde el usuario era básicamente un sujeto pasivo que recibía la información o la publicaba, sin que existieran demasiadas posibilidades para que se generara la interacción) y la revolución que supuso el auge de los blogs, las redes sociales y otras herramientas relacionadas. Ahora se trata de una web mucho más dinámica. 

Paulatinamente van apareciendo lenguajes de programación que permiten actualizar fácil y rápidamente los contenidos de una web.  El protagonista pasa a ser el usuario y las diferentes aplicaciones hacen que cualquier persona con poca experiencia pueda actualizar un sitio, compartir información, etc. De esta forma surgen las Redes Sociales como Facebook, Twitter o YouTube. Hablamos ahora de sitios web que facilitan compartir información, el diseño centrado en el usuario y la colaboración. Los sitios web 2.0 permiten a los usuarios colaborar entre sí como creadores de contenidos. Ahora, cualquiera, con muy pocos conocimientos, puede participar, ser creador, conversador, usuario e incluso Influencers.  

La web 2.0 es una beta constante que no para de inventarse. Estamos hablando de que la Web ha cambiado y ha evolucionado y que ha permitido a los usuarios pasar del estrato de pasivo al de activo. Nos encontramos en un momento de participación real en los contenidos que se generan de forma local y universal. Hablamos, por tanto, del conocimiento abierto y gratuito. Todos saben, todos opinan, todos interactúan, todos comparten.