Nadie sabe con seguridad la cantidad exacta de contenido duplicado que existe en internet, pero esto sobrecarga la red de información innecesaria, perjudica económicamente a los verdaderos autores y los lectores encuentran la misma información repetida sin saber cuál es la verdadera.
En muchos casos está ocurriendo qué páginas que utilizan y copian o rescriben nuestros contenidos obtienen una mejor calificación y aparecen antes que nosotros en las búsquedas. Puede que el hecho de que nos copien signifique que somos buenos, pero en algunos casos nos debe producir también cierta preocupación y por qué no, actuar en consecuencia si lo vemos necesario.
Según la legislación: “Cualquier copia total o parcial de texto e imagen es perfectamente denunciable. La utilización de imágenes de terceros (no libres de derechos) y de textos que no hayan sido cedidos por la empresa/persona que lo han redactado es ilegal, siempre y cuando el autor no permita su reproducción libre y lo indique junto al contenido.”
Está claro que a ninguna persona le gusta que copien su trabajo y menos y si esto le ha llevado mucho tiempo de esfuerzo e investigación. El motivo de la copia suele ser el hecho de ganar visitas rápidamente a través de textos de indudable valor. Los artículos son propiedad de quienes los crean y desde el mismo momento de su creación. Si hablamos de contenido sujeto a Copyright esto es indudable, otra cosa es que se hayan cedido parte de los derechos o concedido privilegios a través de las licencias CC (Creative Commons).
Se trataría de protegernos de alguna manera. Existen programas que tratan en cierto modo de paliar el plagio, sin embargo, no son soluciones perfectas ya que siempre surgen alternativas. De todas formas, debemos estar pendientes y hacer revisiones periódicas y una buena alternativa es usar un programa de analítica web para que nos localice los contenidos que han sido copiados. También Google puede indicarnos copias si copiamos y pegamos trozos de contenido. Incluso podemos informar a Google del contenido a través de una página especifica.
Si tenemos la mala suerte de encontrar contenido copiado de nuestra web o blog lo correcto sería en primer lugar avisar al que copia, si esto es posible y, solicitarles la retirada del material. También podemos hacer una solicitud DMCA o aviso de Digital Millennium Copyright Act. O hacer una petición de Spam a Google. De esa forma aseguras que un sitio determinado ha copiado tu contenido, pero tú eres el autor original.
En realidad, es muy difícil evitar la copia de lo que publicamos en internet, y los Plug-ins como los que tiene WordPress son bastante ineficaces porque se limitan a bloquear el botón derecho del ratón con la opción de copiar. Estas cosas pueden perjudicar a nuestros lectores sinceros que únicamente pretendan realizar estas acciones con fines educativos y culturales, además de que existan otros medios para hacer la copia.
De todas formas, creo que lo más adecuado es no preocuparnos demasiado si nuestros textos están bien posicionados, a pesar de estar copiados en otras webs. Lo que tenemos que hacer es intentar obtener beneficios a través de técnicas existentes para conseguir más links.
¿Y tú, qué opinas, has tenido problemas con el plagio de contenidos en internet? háznoslo saber. Tu participación es muy importante para que, entre todos, sumemos conocimiento.
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